Hablemos sobre los puntos gatillo. En la actualidad, los trastornos musculoesqueléticos constituyen una de las principales causas de consultas médicas con fisioterapeutas…
Existen muchos problemas de los tejidos blandos como los traumáticos, inflamaciones, o pérdidas de musculatura que impiden a las personas realizar actividades con normalidad por una cierta cantidad de días…
Por otra parte, existe el síndrome de dolor y disfunción miofascial que afecta severamente a los músculos y que provienen de los problemas causados por el punto gatillo.
¿Qué es un punto gatillo miofascial?
Hablamos de un punto gatillo miofascial como un nódulo palpable dentro de una tensa banda en el músculo esquelético, la que finalmente provoca el dolor.
Dicho en palabras simples… El punto gatillo se asocia generalmente con una zona adolorida e hipersensible al palparse (regiones localizadas en tejidos musculares o en inserciones tendinosas), y en esa zona es ubicable una banda tensa del músculo…
Y teniendo en consideración que esta característica ha de tener un origen profundo y constante en nuestro cuerpo, irradiando dolor a otras partes del cuerpo también.
Se denomina punto gatillo en alusión al gatillo de un arma de fuego, ya que cuando presionamos el gatillo, el impacto de la bala se produce a la distancia. Así mismo, en nuestro cuerpo, el dolor ocasionado es irradiado a diferentes partes.
Este fenómeno es más común de lo que las personas creen, siendo de las primeras molestias musculares por las que las personas tienden a visitar a un fisioterapeuta.
La presencia del punto gatillo en nuestro cuerpo es bastante frecuente en la zona posterior del cuello y de la espalda (se debe en parte por la fatiga y la hipertonía).
Existen dos tipos de punto gatillo:
- Punto gatillo miofascial activo: Aquellos que producen un dolor inmediato, generando debilidad y dificultad para realizar movimientos.
- Punto gatillo miofascial pasivo: No provocan un dolor inmediato, a no ser que la persona presiona constantemente sobre él.
¿Qué características posee el punto gatillo?
Los puntos gatillos pueden presentar las siguientes características:
- Provoca disfunción motora (debilidad).
- Ocasiona síntomas vegetativos en la persona (sudoración, mareo, lagrimeo, etc).
- Aumento de dolor con la contracción muscular.
- Pérdida de coordinación de los músculos comprometidos.
- El dolor aumenta con el estiramiento.
¿Qué síntomas provocan un punto gatillo?
Por lo general, cuando un paciente tiene un punto gatillo la banda muscular en donde se aloja el dolor se puede percibir una tensión (puede percibirse en ocasiones nódulos).
La gravedad y la extensión del patrón del dolor depende principalmente del nivel de irritabilidad del punto gatillo y no del tamaño del músculo.
Para saber si un punto gatillo es lo que genera un gran dolor en el cuerpo, la persona debería percibir:
- Contracturas y/o rigidez.
- Debilidad en el músculo y/o fatiga muscular.
- Desequilibrios y/o mareos.
- Vértigo y/o dolores crónicos de la cabeza.
- Rutina cotidiana bajo mucho estrés.
¿Cómo se activan los puntos gatillo?
Los músculos están compuestos por muchas fibras musculares, y estas fibras a su vez están llenas de sarcómeros que permiten la contracción…
Cuando un músculo está en constante contracción por una sobrecarga muscular, se activa un punto gatillo en la zona muscular.
Los puntos gatillo reflejan los puntos de sarcómeros que se sobreactiva, siendo las principales causas que lo desencadenan:
- Factores físicos: Fatiga postural por posturas mantenidas (suelen fatigar los músculos de la espalda), sobrecarga aguda, alteraciones articulares, enfriamiento…
También por traumatismos directos o de repetición, fatiga por sobreesfuerzo en músculos mantenidas y repetidas, por acción de otro punto gatillo de músculos que se encuentran en la zona de dolor.
- Factores emocionales: El estrés y la ansiedad.
- Factores viscerales: Problemas estomacales o del hígado por llevar una mala alimentación (activan punto gatillo en la espalda).
¿Qué tratamientos existen?
El tratamiento del punto gatillo se puede realizar aplicando diferentes métodos tanto conservadores como invasivos.
Dentro de los tratamientos conservadores, se puede realizar técnicas como la presión digital del punto gatillo, masoterapia descontracturante, estiramientos y crioterapia.
En cuanto al tratamiento invasivo, una de las técnicas más efectivas es la punción seca para abordar el síndrome del dolor miofascial.
La punción seca consiste en la aplicación percutánea de agujas de acupuntura hasta la zona del punto gatillo con el objetivo de romper las adherencias del nódulo.
Es una técnica muy efectiva debido a que el dolor desaparece luego de 24 a 48 horas posteriores al procedimiento invasivo, consiguiendo que el músculo vuelva a la normalidad.
Además, existen otras técnicas de fisioterapia invasiva como la electrólisis percutánea intratisular, y la neuromodulación para el abordaje del dolor.
Si bien las técnicas invasivas son más agresivas, ayudan a la recuperación del paciente en un periodo más corto.
